lunes, 6 de octubre de 2014

Drimt

 

Es Klimt quien inspira la sesión, así que los asistentes sabemos que irá bien un contorno marcado, unas manos expresivas, alguna pincelada dorada… Las poses son de descuido y abandono.
La modelo se tiende y cierra los ojos. Son sugestivas las curvas de la espalda y de las piernas, y la caída en desorden de su pelo adornado de flores. Doro con acrílico la tela bajo su cuerpo y destaco con acuarela el cojín en el que reposa su cabeza. El resto son líneas limpias de tinta sobre un leve trazo de lápiz de color.
Cuando termina la pose, que es corta, nos dice que ha estado a punto de quedarse dormida.

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