martes, 2 de diciembre de 2014

Juego

 

Nos lo propone Antonio García Villarán. Se trata de dibujar un busto utilizando un folio blanco, uno rojo y unos cuantos trozos irregulares de papel tintado, sobrante de otros usos o incluso de envolver. Las reglas son rígidas. Si se usa el rojo de fondo, el blanco se puede recortar o romper como convenga; si se elige el fondo blanco, es el rojo el recortable. Los trozos irregulares están apilados y se sacan al azar, metiendo la mano a ciegas en el montón; no hay vuelta atrás: una vez que se coge uno hay que utilizarlo sin posibilidad de modificar su forma. Después de pegar los papeles, pincel y tinta sirven para dar los toques finales, cuantos menos mejor. Cuando se empieza a jugar por primera vez parece imposible. Pero sale. Y aún hay trazos que sobran.